lunes, 17 de mayo de 2010
El aire
El aire que Íkaro necesita para volar es también el aire del que está relleno este globo. Íkaro dejó de respirar, y sus pulmones se llenaron de agua al caer al mar, pero los nuestros están pletóricos y han inflado 200 globos que servirán de esqueleto a unas estructuras plásticas con aspecto de crisálidas.
Estas formas, irregulares y translúcidas, serán parte importante de la escenografía de la obra.
La crisálida (del griego χρυσος, chrysos, "oro") es un refugio acogedor y envolvente, símil del plácido útero del que todos fuimos arrancados para enfrentarnos al duro trago de inhalar aire por primera vez.
Íkaro también se enfrentará a este hecho, y cuando lo haga, espero que sepa que deseamos insuflarle mucha fuerza a través del aire que, etéreo e invisible, respiraremos a su lado.
Crisálidas
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